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Los cursos se fundamentan en un método eminentemente participativo en el que grupos reducidos de matrimonios analizan algunos casos reales.
Para fijar criterios y extraer conclusiones se reúnen después en unas sesiones generales moderadas por un experto en cada uno de los temas.
Las niñas y los niños acaban su etapa infantil cuando entran en la fase de la pubertad. Se producen, entonces, en su interior una serie de cambios psicosomáticos que, unidos a las influencias externas que reciben, perturban su sensibilidad y alteran su conducta. A este período le llamamos pre-adolescencia.
Con este programa de Orientación Familiar los padres analizan cuales son las causas y los efectos de estos cambios y estudian las pautas más apropiadas para mantener una relación sensata, dialogante y firme con sus hijos, sin coartar su natural descubrimiento del mundo que les rodea y que les exige comenzar a ser ellos mismos.
En los últimos años de la etapa infantil las niñas y los niños muestran una gran desenvoltura en su relación con el entorno que les rodea. Eso les obliga a tomar una gran cantidad de decisiones personales en muchas situaciones diarias. Para poder escoger se debe tener en cuenta una escala de valores como referencia.
Con este programa de Orientación Familiar de los padres analizan la importancia de vivir de acuerdo con una escala de valores, de cómo transmitírselos a los hijos y de cómo ayudarles a conquistarlos. En estas edades los niños y las niñas se encuentran en la mejor etapa infantil, en la más receptiva, por eso no se puede retrasar el hecho de tratar determinados temas, ni serviría hacerlo cuando lleguen los problemas de la pubertad o adolescencia. Es ahora el momento de consolidar virtudes y valores
Los niños de 6 a 8 años comienzan a manifestar rasgos de su personalidad y a razonar. Eso exige individualizar mucho el trato.
Con este curso, los padres aprenden a conocer mejor a los hijos y a conciliar la educación personalizada con las influencias del entorno, para guiar su conducta sobre el sustrato de las virtudes humanas.
Ha llegado el momento de aprovechar la adquisición de nuevas habilidades, físicas e intelectuales, de los niños de 4-5 años.
En este curso, aprovechando la incipiente capacidad de habla del niño o la niña, descubriremos la necesidad de construir una auténtica vida de familia y aprenderemos a esmerarnos eficazmente en el ejercicio de la autoridad.
Se prepara a los matrimonios jóvenes, que esperen un hijo o lo acaban de tener, para que conozcan los principales marcos pedagógicos y los hábitos básicos que sus hijos deben adquirir.
Descubren que durante la primera infancia, con una educación materna y paterna afectiva y coherente, se configuran las bases de la felicidad futura.
Conquistar el amor matrimonial es cosa de dos, dos que deseen quererse plenamente desde sus diferencias y que anhelen construir una vida familiar satisfactoria.
Este curso pretende dar a los matrimonios jóvenes que comienzan una vida familiar, conocimientos, razones y herramientas para asentar con firmeza su relación conyugal.
Con este programa, en un clima de amistad, los matrimonios participantes encuentran un medio que les ayuda a reconocer la situación actual de su vida conyugal y a mejorar.
Ahora se trata de mejorar como personas, como esposos, como padres y también la calidad de su amor matrimonial, necesario para que los hijos crezcan como personas.
En un clima de amistad, los matrimonios participantes encuentran un medio que les ayuda a reconocer la situación actual de su vida conyugal y mejorar como personas, como esposos, como padres y la calidad de su “Amor Matrimonial”.
En medio de los conflictos y crisis, muchos de los valores transmitidos por la familia durante la infancia, comienzan a despuntar y ser asumidos.
Con este programa de Orientación Familiar los padres con hijos adolescentes de 14 a 18 años descubren los valores que estos tienen y aprenden a plantear, con ellos, un trato prudente que hace eficaz la comunicación en momentos de crisis. Además se analizan las tendencias sociales que inciden en el desarrollo de su frágil personalidad.
Las niñas y los niños acaban su etapa infantil cuando entran en la fase de la pubertad. Se producen, entonces, en su interior una serie de cambios psicosomáticos que, unidos a las influencias externas que reciben, perturban su sensibilidad y alteran su conducta. A este período le llamamos pre-adolescencia.
Con este programa de Orientación Familiar los padres analizan cuales son las causas y los efectos de estos cambios y estudian las pautas más apropiadas para mantener una relación sensata, dialogante y firme con sus hijos, sin coartar su natural descubrimiento del mundo que les rodea y que les exige comenzar a ser ellos mismos.
En los últimos años de la etapa infantil las niñas y los niños muestran una gran desenvoltura en su relación con el entorno que les rodea. Eso les obliga a tomar una gran cantidad de decisiones personales en muchas situaciones diarias. Para poder escoger se debe tener en cuenta una escala de valores como referencia.
Con este programa de Orientación Familiar de los padres analizan la importancia de vivir de acuerdo con una escala de valores, de cómo transmitírselos a los hijos y de cómo ayudarles a conquistarlos. En estas edades los niños y las niñas se encuentran en la mejor etapa infantil, en la más receptiva, por eso no se puede retrasar el hecho de tratar determinados temas, ni serviría hacerlo cuando lleguen los problemas de la pubertad o adolescencia. Es ahora el momento de consolidar virtudes y valores
Los niños de 6 a 8 años comienzan a manifestar rasgos de su personalidad y a razonar. Eso exige individualizar mucho el trato.
Con este curso, los padres aprenden a conocer mejor a los hijos y a conciliar la educación personalizada con las influencias del entorno, para guiar su conducta sobre el sustrato de las virtudes humanas.
Ha llegado el momento de aprovechar la adquisición de nuevas habilidades, físicas e intelectuales, de los niños de 4-5 años.
En este curso, aprovechando la incipiente capacidad de habla del niño o la niña, descubriremos la necesidad de construir una auténtica vida de familia y aprenderemos a esmerarnos eficazmente en el ejercicio de la autoridad.
Se prepara a los matrimonios jóvenes, que esperen un hijo o lo acaban de tener, para que conozcan los principales marcos pedagógicos y los hábitos básicos que sus hijos deben adquirir.
Descubren que durante la primera infancia, con una educación materna y paterna afectiva y coherente, se configuran las bases de la felicidad futura.
Conquistar el amor matrimonial es cosa de dos, dos que deseen quererse plenamente desde sus diferencias y que anhelen construir una vida familiar satisfactoria.
Este curso pretende dar a los matrimonios jóvenes que comienzan una vida familiar, conocimientos, razones y herramientas para asentar con firmeza su relación conyugal.
Con este programa, en un clima de amistad, los matrimonios participantes encuentran un medio que les ayuda a reconocer la situación actual de su vida conyugal y a mejorar.
Ahora se trata de mejorar como personas, como esposos, como padres y también la calidad de su amor matrimonial, necesario para que los hijos crezcan como personas.
En un clima de amistad, los matrimonios participantes encuentran un medio que les ayuda a reconocer la situación actual de su vida conyugal y mejorar como personas, como esposos, como padres y la calidad de su “Amor Matrimonial”.
En medio de los conflictos y crisis, muchos de los valores transmitidos por la familia durante la infancia, comienzan a despuntar y ser asumidos.
Con este programa de Orientación Familiar los padres con hijos adolescentes de 14 a 18 años descubren los valores que estos tienen y aprenden a plantear, con ellos, un trato prudente que hace eficaz la comunicación en momentos de crisis. Además se analizan las tendencias sociales que inciden en el desarrollo de su frágil personalidad.