La luz de neón, educar en la mirada y la sorpresa

El ambiente de la luz de neón ofrece una oportunidad de jugar a través de la luz y el color, convirtiendo la actividad científica en un centro de experimentación y expresión artística

En los primeros años de vida, todos los conocimientos del entorno se adquieren a través de los sentidos y que el trabajo de las capacidades sensoriales es importante para desarrollar las percepciones.

El niño se abre paso al mundo jugando y experimentando, probando y comprobando. Desde el juego con las sombras hasta la experimentación con diferentes materiales, los niños investigan las propiedades de la luz y del color, se hacen hipótesis y comprueban sus resultados.


Por eso, desde el inicio del hogar, incluimos en nuestras aulas las mesas de luz, para dar a los niños la oportunidad de ir desarrollando esta habilidad. Y desde hace tres años hemos introducido el trabajo con luces de neón para ayudar a los niños a percibir la luz y sus cualidades en los objetos en otra dimensión.


¿Qué dicen los expertos? 

Según un estudio en Reggio Emilia, los espacios de luz deben crear un ambiente cálido y agradable para el niño, con una estética y un orden.

“La experiencia nos confirma que los niños necesitan mucha libertad para indagar, probar, equivocarse y corregir. Para elegir dónde y con quién quieren invertir su curiosidad, sus emociones. Para apreciar los infinitos recursos de las manos, la vista, el oído, las formas, los sonidos y los colores” (Malaguzzi).


¿Qué nos llevó a plantearnos el cambio?

Partiendo de la importancia que tiene la luz y queriendo dar un paso más allá, nos surgieron ciertas preguntas: ¿Cómo mejorar el trabajo de la luz en nuestras aulas? ¿Podemos sorprender con la luz? ¿Qué nos aportaría de diferente la luz de neón? ¿Cómo se relaciona el niño con la luz?

No se trataba de hacer por hacer, cualquier cambio lleva detrás de un proceso de reflexión y experimentación, y trabajo personal.


¿Qué objetivos nos propusimos? ¿Cómo queríamos que fuese ese cambio?

  • Observar y vivir los cambios que nos aporta la luz de neón a partir de la propia actuación
  • Analizar el cambio que sufren los objetos con luz natural hacia la luz de neón: unos brillan en la oscuridad, otros no.
  • Desarrollar la percepción de las formas, colores y sombras.
  • Investigar y experimentar con la luz de neón.
  •  Jugar con el material propuesto y disfrutar de la actividad.


Desarrollo en el aula

  • Creamos un ambiente cálido, atractivo y de cambio, que los niños identifiquen como especial, y presentamos los materiales.
  • Les damos la autonomía necesaria para experimentar libremente con los materiales, para dar paso a la creatividad y manipulación.
  • Nuestro papel como educadoras es observar, provocar y acompañar.


Vivencias en el aula

La respuesta por parte de los niños y niñas ha sido muy positiva. Dentro del aula se respira un clima de calma, investigación y creatividad respetando el ritmo de cada niño.

¡La oscuridad ha pasado a ser un elemento más de diversión!


Marta Ferrer y Bárbara Quiles

PROFESORAS DE LLAR