Aula-bosque, el currículum de la naturaleza

"Nuestra aula tiene la mejor de las decoraciones y está en permanente renovación"

En La Vall tenemos un aula muy especial. No tiene pizarra ni pantallas ni mesas ni sillas; no tiene libros ni lápices ... Por no tener, no tiene ni techo ni paredes.

Nuestra aula tiene la mejor de las decoraciones y está en permanente renovación.

Prácticamente cada día se renuevan los materiales y las actividades; cada día es diferente al anterior. La naturaleza es el aula, es el Aula en el bosque.


Filosofía de M.Montessori

Al utilizar el bosque como aula, seguimos de cerca la filosofía de María Montessori. Ella ya destacó la importancia de trabajar al aire libre, a la naturaleza y con la naturaleza ya que ésta es la responsable de preparar escenarios ricos y naturales para el aprendizaje. El maestro, en su función de guía, enriquece la experiencia impulsando descubrimientos potenciales y planteando vínculos pedagógicos para que los niños aprendan el currículo escolar en la naturaleza.

La metodología se basa principalmente en el juego libre, las actividades guiadas, el entorno y la comunicación.

Es un tiempo sin estructura en el bosque, con sonidos, texturas, olores, espacios y sensaciones valiosas que permiten explorar, descubrir y dar sentido a el mundo a través de la experiencia y las habilidades aprendidas. Se puede correr, trepar, saltar, columpiarse, lanzar objetos, encontrar escondites, inventar, crear, manipular, explorar y observar los cambios del paisaje.


Explorar y descubrir

Los niños aprenden mientras viven experiencias reales a través del trabajo sobre contenidos, el desarrollo de competencias y la adquisición de habilidades.


Habilidades motrices

Al ofrecer un entorno físico mucho más complejo como es el terreno de bosque, el niño tiene la oportunidad de desarrollar destrezas motrices superiores, imposibles de entrenar en el "aburrido" tierra de nuestras casas y ciudades (equilibrio, coordinación, velocidad y precisión en los movimientos de escalada y carrera, flexibilidad, equilibrio dinámico, patrón cruzado coordinado, etc.).


Amplia oferta sensorial

En la naturaleza encontramos la mejor oferta de materiales para vivir una experiencia sensorial. Todos los sentidos están involucrados, todos son estimulados. El conocimiento viene dado directamente por la interacción con el medio. Todos los elementos son igualmente valiosos: piedras, hojas, agua, tierra, troncos, árboles, musgo, insectos, aves, aire, piñas, cortezas ... Los materiales que nos ofrece son todos diferentes y infinitamente más ricos y complejos que cualquier juguete de plástico o imagen de ordenador


Resolución de problemas

Por otra parte, los materiales que nos ofrece el bosque favorecen el pensamiento autónomo, la resolución de problemas, el pensamiento creativo y, lo que es más importante, fortalecen en el niño la sensación de competencia al conseguir crear algo único para sí mismo.


Causa y efecto

El Aula en el bosque ofrece la oportunidad de desarrollar un conocimiento profundo de los hechos observables. Todo lo que pasa está interrelacionado, pero hay que entrenarse para encontrar sentido a el por qué de lo que sucede. Si se desarrolla el sentido de causa y efecto, se llega a comprender, por ejemplo, que los pájaros picoteen los troncos de los árboles en busca de insectos.


Autonomía y aprendizaje

El Aula en el bosque ofrece espacios de aprendizaje que provocan la sorpresa de niños ... y adultos. Pueden apoyar el aprendizaje en ciencias, tecnología, lengua, matemáticas, artes, y fomentar el desarrollo social y emocional. La clave para aprender a la naturaleza radica en la oportunidad que tiene el niño de explorar de manera autónoma, descubrirse a sí mismo, tomar sus propias decisiones y determinar qué es interesante y qué no lo es (elegir entre trepar a un árbol o saltar entre las piedras). Aprenden sobre sí mismos y sus decisiones. En el bosque, desarrollan su espíritu emprendedor.


Imaginación y creatividad

En esta aula tan especial, todo está por construir (la cabaña, el barco pirata, la nave espacial) o para vivir (la caza del dinosaurio).

El aire libre inspira, requiere de una activa imaginación y fomenta la creatividad y la comunicación; por este motivo decimos que las habilidades sociales se perfeccionan mediante el juego en el bosque. El entorno les anima a organizarse, a compartir experiencias, los enseña a negociar, cooperar, solucionar conflictos y resolver problemas. Fomenta la cohesión de grupo y aumenta la sensación de pertenencia a este.





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