ALUMNI. Nacimientos durante el confinamiento

¡Baby Boom en Alumni!

Os presentamos las Alumni -que hemos tenido noticia- que han dado a luz durante el periodo de confinamiento. El reportaje abarca del 13 de marzo al 8 de junio, período en que La Vall ha permanecido cerrada.

¡Nuestra enhorabuena a todas ellas! 

EXPERIENCIAS DE VIDA

Bea Depares. Vall de Lavança II

Nacimiento: 23-3-2020 (Barcelona)

Empecé el confinamiento embarazada y a la semana nació mi primera hija, Pilar. No fueron días fáciles pero Dios estuvo allí en todo momento. Gracias a las oraciones de tanta gente todo fue bien y a los dos días ya estábamos en casa. Los días pasaban y el confinamiento se alargaba. ¿Cuándo podríamos ver a la familia y a los amigos? Suerte de todas esas llamadas y whatsapps de cariño y ánimos. Suerte de las amigas que nos acercaron lo que necesitábamos. Suerte de la enfermera que nos atendió con tanto cariño y nos animaba semana tras semana. Suerte de tantos días juntos pudiendo disfrutar de nuestra hija. Suerte de estos días que nos han ayudado a conocernos mejor, a unirnos y a querernos más. Suerte de tantas Misas online. Suerte de que Dios te haga ver lo que realmente es importante y darte cuenta de que está a nuestro lado.


Gabriela Samaranch Doménech, Vall de Boí II

Nacimiento: 23-4-2020 (Pamplona)

El pasado 23 de abril nació Miguel. Teníamos muchas ganas de conocerlo. Durante el confinamiento pudimos preparar su llegada con más calma y preparar su habitación, aunque se hizo difícil no poder salir a caminar!  ¡Me hizo mucha ilusión que naciera el día de Sant Jordi!


María Sarrias, Promoción Vall del Ter

Nacimiento: 16-4-2020 (Pamplona)

Durante esta pandemia he dado a luz a mi 5º hijo, José María. 

La verdad es que todo ha sucedido muy diferente a las expectativas que tenía con la llegada de Pepe. Me dieron la baja por riesgo laboral justo una semana antes del estado de alarma. Lo que parecía iba a ser un mes tranquilo antes del nacimiento se convirtió en un no parar: todos los niños en casa 24 h, comidas, clases online y tareas, diversión en casa, manualidades... total: ni un segundo libre al día!!! Antes de que nos dejaran salir de casa nació Pepe, el 16 de abril. Estuve 48h en el hospital que fueron un poco de respiro pero la llegada a casa fue apoteósica. Si la llegada de un bebé altera en general a toda la familia, si es en confinamiento se multiplica por dos o tres. 

Con todo este alboroto poco tiempo tuve de pensar en si el bebé, yo o alguien de la familia cogía el Covid-19 (aunque no fuéramos población de riesgo). Gracias a Dios esto no pasó, además en una de las consultas antes de dar a luz el ginecólogo me tranquilizó con este tema. 

Sí, la llegada de Pepe no fue como esperaba pero como todo en la vida a parte de tener cosas negativas también ha tenido muchas positivas: bajar el ritmo estrepitoso de vida, poder disfrutar de la familia y redescubrir a cada uno de mis hijos, pasar un tiempo en familia que nunca olvidaremos, etc.


Ma Rosa Martí Doménech. Vall de Isàvena II

Nacimiento: 15-4-2020  (Barcelona)

Cuando el pasado 15 de marzo el Gobierno decretó el estado de alarma, no me podía imaginar que justamente al cabo de un mes, el 15 de abril, nacería mi segunda hija, Carmen, en pleno estado de alarma y en el pico de contagios por coronavirus.

El mes que antecedió al parto fue difícil -para todos lo fue-, pues la incertidumbre e inquietud se apoderó de mí. Como médico radiólogo, estaba de baja por riesgo laboral desde hacía 2 semanas, pero mi marido (médico traumatólogo) trabajaba, y el miedo al contagio empezó a asomarse en casa. Al estar todos confinados no sé cómo lo hubiéramos hecho si él se hubiera contagiado (aislarse en casa, el parto inminente…). Por otro lado, lo que tendría que ser una baja tranquila para prepararse para el parto, dejó de serlo al tener a mi hijo Santi de 2 años y medio en casa 24/7 en un piso de 80 m2, y sin poder salir. No sé cómo lo hicimos, pero establecimos unas nuevas rutinas que nos ayudaron a hacer el día a día más llevadero.

El chat del trabajo echaba humo, pues todos los días los compañeros compartían artículos, publicaciones e información diversa sobre esta nueva infección, la COVID-19 con la cual todos debíamos familiarizarnos. Los ritmos de trabajo se empezaron a tambalear, el hospital estaba absolutamente monopolizado por esta enfermedad y, a diario se realizaban más de 300 radiografías de tórax con un solo motivo: sospecha de neumonía por COVID-19. A todo esto se añadió la incertidumbre de que en cualquier momento podrían llamar a los radiólogos y otros especialistas para acudir a primera fila de la batalla. Era una auténtica locura.

Yo estaba de baja, con esa sensación agridulce y muchos sentimientos encontrados. Por un lado, sentía alivio de estar en casa y no exponerme al virus; por otro, con la melancolía de no poder arrimar el hombro como profesional de la salud ante semejante crisis sanitaria. Pero lo primero y más importante era cuidarse una misma para traer al mundo una nueva vida.

Las noticias no alentaban, pues los fallecidos por coronavirus no paraban de aumentar… Las UCI estaban colapsadas y los sanitarios agotados. La guinda del pastel fue el contagio del ginecólogo que me había llevado el embarazo. Además, me había llegado por amigas ginecólogas que se estaban centralizando los partos a los hospitales de referencia en obstetricia de toda Barcelona (tanto de la sanidad pública como de la privada), así que a mis incertidumbres se añadía la de dónde ir a dar a luz.

Nos empezaron a llegar noticias de que conocidos y familiares se habían contagiado… Ante todo, traté de mantener la calma. Por mi mente se cruzaron muchos pensamientos negativos: ¿y si el parto no va bien?, ¿y si necesitamos una UCI y no hay?, ¿y si doy a luz en casa (o en el coche) porque no sabemos dónde tenemos que ir…?

Cuando el momento del parto llegó, pasaban ya cinco días de la fecha probable de parto. El día anterior decidimos llevar a Santi, mi otro hijo, a casa de sus abuelos, por si en cualquier momento teníamos que ir corriendo al hospital.

Fue providencial, pues precisamente, esa noche a las 4:00 de la madrugada empezaron las contracciones. Fuimos al hospital donde teníamos previsto dar a luz y gracias a Dios seguían atendiendo partos. Pudo atenderme el ginecólogo y la comadrona al que mi ginecólogo me había derivado, y a las 7:15 llegó Carmen al mundo, de manera rápida y sin complicaciones. Al fin una luz, una nueva vida en medio de tanto dolor y oscuridad.

Los días en la planta de puérperas estuvieron llenos de paz: era una planta libre de coronavirus, la única de todo el hospital. Un oasis en medio de la enfermedad, ¡gracias a Dios! 

Todas las enfermeras de la planta fueron maravillosas con nosotros: la atención recibida, el trato, el cariño… no hay palabras suficientes para agradecer esos días de ensueño con nuestra pequeña bebé recién nacida. Lo único malo fue que no pudimos recibir visitas y nos supo especialmente mal por nuestro hijo Santi, abuelos y tíos. Pero todo llegó y lo valoramos más que nunca. 

Ahora que nos acercamos al final de la desescalada y que parece que las cosas se van normalizando, casi toda la familia conoce a Carmen y mirando atrás no podemos más que dar gracias a Dios por esta nueva vida que ha llegado al mundo en medio de esta pandemia. Ha sido un regalo. Hemos coleccionado y recopilado muchas experiencias y recuerdos para la posteridad, pues dentro de unos años diremos que fue histórico.


Cristina Casajuana. Vall de Lavança II

Nacimiento: 19-4-2020 (Valencia)

Desde el estado de alarma he vivido el embarazo con un poco de incertidumbre y ansiedad, ya que se suponía que estaría sola en todo el proceso del parto, y eso me asustaba. Finalmente un par de días antes de dar a luz, cambió el protocolo y mi marido pudo estar conmigo en todo momento. Lo que sí que vivimos ya en el hospital fue mucho control, cuidado en todo. No se nos permitía salir de la habitación para nada y debíamos ir en todo momento con mascarillas. Al cabo de dos días todo volvió a la normalidad y volvimos a casa junto con nuestras dos princesas que nos esperaban ansiosas por conocer a su hermanito Javier.


Marta Serra. Promoció Vall de Gaià II

17 -03-2020 (Pamplona)

Visc a Pamplona i el dia 17 de març va néixer el nostre segon fill, el Pol, just acabat de decretar l'estat d'alarma. La veritat és que tot va transcórrer amb relativa normalitat, em van atendre de meravella, no hi havia falta de personal ni colapses de cap tipus, va ser un part ràpid i el nen va néixer sa i grandot. Això si, com tot havia anat força bé, ens van donar l'alta al dia següent per evitar estar exposats al risc de contraure el virus.

El més extraordinari que estem vivint és que a punt de complir els tres mesos de vida, tota la família que viu a Catalunya (els meus avis, pares, germans, etc) no l'han pogut conèixer encara, més enllà de la videotrucada. Amb les meves germanes Clara i Judit, que son novícies a convents de Salamanca i Madrid respectivament, no hem pogut fer cap videotrucada i els hem enviat unes fotografies per correu electrònic. 

Per això en quant puguem desplaçar-nos, està clar que anirem volant a reunir-nos amb la resta de la família.


Míriam Prats Gil. Vall d’Arán II

Naixement: 19-4-2020 (Sabadell)

Doncs ha estat una aventura diferent!! A l’hospital totalment sols i sense visites, tot era per videotrucades.  

En Bernat havia de néixer a principis d’abril i com és molt obedient i tothom estava confinat ell també es va confinar 2 setmanes més i va arribar el Diumenge de Misericordia: 19 d’Abril!! Amb moltes ganes que tothom l’agafi en braços i l’abraçi però per ara és a distància. 

L’única pena és que uns dies abans l’àvia d’en Bernat va marxar al Cel, es van creuar en el camí... 

Amb moltes ganes que tot passi i algun dia en Bernat pugui començar a La Vall!!!


Claudia Garriga Torrens, Vall d’Heres II

Nacimiento: 15-5-2020 (Barcelona)

Elena nació el pasado 15 de Mayo, en plena fase 1. Al principio, tanto Joaquín como yo estábamos un poco asustados pensando en como sería dar a luz en un momento como este. Nos sorprendió lo controlada que estaba la situación en el hospital (nació en la clínica del Pilar) y la profesionalidad y compromiso de todos los médicos. No nos cruzamos con otras parteras ni con ningún ingresado, todos llevaban mascarillas y guantes (incluida yo). Qué raro y complicado es parir con mascarilla! Me hicieron el test del COVID solo llegar y yo rezaba para que saliese negativo, ya que sino me hubiesen separado de mi pequeña nada más nacer. Sorprendentemente todo fue perfecto, controlado y natural. Nosotros nos relajamos y pudimos disfrutar cada momento. Será una buena historia que le contaremos a Elena cuando sea mayor.


Eva Borraz Botet. Vall d’Unyola

Nacimiento: 22-4-2020 (Barcelona)

La experiencia de ser mami está siendo la mejor de mi vida. Ser padres no ha sido un camino de rosas para nosotros, pero gracias a Dios, lo hemos conseguido. Carola llegó a nuestras vidas en pleno confinamiento, llenándonos de alegría y amor. La peque ha sido una bendición y una ilusión para la familia en estos días tan complicados.


Miriam Blasi Puig. Vall d’Éssera II

Nacimiento: 20-4-2020 (Sabadell)

Adriana, nuestra segunda hija, nació justo cuando la curva de contagios de la pandemia del coronavirus había llegado al pico. Todo fue al revés de lo esperado en una situación normal: nació en otro hospital, con otro médico, otra comadrona y con mucha expectación en cuanto a las medidas de seguridad. A pesar de todo, el parto fue muy rápido, mi marido pudo entrar al parto y pudimos ver nacer a la peque en familia! Todos con mascarillas, gorros y guantes. A las 24 horas ya estábamos en casa. En estas circunstancias, muy nuevas y extrañas para todos, decidimos vivir el presente e ir adaptándonos a cada situación, para disfrutar igualmente de esta nueva incorporación a la familia!


Ines Meden Reig (Inés Reig Teetor) Vall de Junyell II 

Nacimiento: 30-5-2020 (Alexandria, California, USA)

Estar embarazada durante una pandemia ha sido una experiencia gratificante. En el confinamiento, mi marido y yo hemos aprendido a valorar las cosas pequeñas del día a día; los paseos, las conversaciones, el cocinar juntos, el tener tiempo para todo, pero sobre todo para estar... Me ha ayudado a darme cuenta que no necesitaba muchas de las cosas que creía importantes para el nacimiento del bebé, como cuantos conjuntos de ropa tenía que tener o cómo de bien tenía el cuarto decorado... la pandemia nos ha ayudado a pararnos y pensar que lo importante era que el bebé naciese bien, sano, y que nosotros no estuviéramos expuestos a coger el covid ni expusiéramos a ningún familiar. Al mismo tiempo me ha costado no poder compartir la recta final de mi primer embarazo con mi familia y amigos, pero fue importante concienciar y ser prudentes y confinarnos por nuestro bien y la salud y bien de nuestro bebé, Patrick Michael Meden Jr.


 Ana Comella. Promoción Vall de Núria II

Nacimiento: 29-3-2020 (Barcelona)

He dado a luz a Clara, mi primera hija, en medio de la pandemia. Salía de cuentas el 19 de marzo y justo pocos días antes se decretó el estado de alarma. Ante tal situación, el miedo y la incertidumbre se apoderaron de mi y miles de preguntas bombardeaban mi cabeza: ¿Habrá sitio en el hospital para nosotras? ¿Podrán atenderme bien durante el parto? ¿Y a mi hija una vez haya nacido? ¿Cuando podrá conocer Clara a sus abuelos y tíos? Nadie te prepara para una situación así. 

Los días pasaban y como no me puse de parto sola me lo indujeron el 29 de marzo. La situación por aquel entonces era bastante crítica. A mi me tocaba dar a luz en San Juan de Dios y al ser un hospital infantil con apenas casos de Covid, abordaban los partos de muchos otros hospitales de Barcelona donde había más riesgo de contagio, por lo que estaban casi al completo. Gracias a Dios solo llegar nos pudieron dar una habitación y el proceso de parto fue muy bien y bastante rápido por ser la primera hija. Me sentí súper arropada por todo el personal sanitario que me atendió y mi marido pudo estar a mi lado durante todo momento, cosa que fue un regalo. A las 48h me dieron el alta, más tarde de lo que me dijeron pues estaban dando altas muy precoces. Una vez en casa, a pesar de no poder recibir visitas, fueron unos días preciosos en los que disfrutamos de nuestra peque con más calma e intimidad que nunca. 

Este hecho me ha enseñado que de situaciones inciertas que de primeras nos generan miedo se pueden sacar experiencias muy positivas.


Míriam Vegueria Ocariz, Vall d’Heres II

Nacimiento: 14-5-2020 (Terrassa)

Nuestra experiencia ha sido muy positiva. Antes de su nacimiento, cuando yo ya estaba de casi 8 meses entramos en estado de alarma y empezó el confinamiento total. En esta situación y teniendo en cuenta que esperábamos nuestro cuarto hijo pudimos disfrutar de los otros tres antes de la llegada de Àlex al mundo. Hicimos actividades en casa, comimos y cenamos juntos, pasamos bonitos momentos en familia el fin de semana aunque también hubieron momentos de tensión y gritos. Sobretodo valoro mucho haber disfrutado de Pol que tiene 1 año y medio y que si no fuera por la situación del Covid hubiera estado en el colegio estos meses y no lo hubiera disfrutado tantas horas.

En relación al nacimiento en pleno Covid-19, por un lado fue algo extraño y triste en el sentido de que nadie pudo venir al hospital ni a casa los primeros días, cuando a mi me encanta que vengan a verme y a ver al bebé porque gracias a Dios siempre he tenido buenos partos y buenas recuperaciones, así que no me molestan las visitas, pero esta vez ha tenido que ser diferente por fuerza...

Pero por otro lado, los 3 días de hospital (día del parto + 2 de ingreso) fueron muy bonitos porque los vivimos en la intimidad, mi marido y yo, con el recién llegado Àlex (ya que una vez regresáramos a casa no íbamos a estar 100% por él ya que tiene 3 hermanos mayores que también nos reclaman.

En general podemos decir que ha sido una buena experiencia, aunque ojalá que nunca más se repita ya que el mundo lo ha pasado muy mal con esta pandemia...

Desde aquí un abrazo a todas las familias que se han visto afectadas económicamente o que han perdido a algún ser querido en estos meses.


Chantal Vila Calopa, Vall d’Isàvena II

Nacimiento: 7-6-2020 (Barcelona)

Sofia nació el 7 de junio en Barcelona, último día de fase 1 en la ciudad. Nuestra experiencia en el hospital fue muy buena, con mucho control e higiene para evitar contagios. Únicamente echamos mucho en falta las visitas de la familia y el hecho de tener que compartir la alegría a distancia.


Elisa Lopez, La Vall d’Unyola

El 25 de mayo, Barcelona se estrenaba en la fase 1 y yo estrenaba mi tercera maternidad con la llegada de Paloma. El tercer trimestre de embarazo lo viví en pleno confinamiento, combinando, hasta la baja, trabajo, casa y dos niñas pequeñas. No era la situación ideal pero como siempre decíamos en casa, no nos podemos quejar porque estamos bien de salud y mantenemos los trabajos. Y el parto lo afrontamos con mucha tranquilidad. Sin duda lo peor de la pandemia ya estaba superada y en todo momento la situación en el hospital (Clínica Dexeus) estaba muy controlada. El parto fue estupendo y pudimos disfrutar de 24h de mucha tranquilidad hasta que nos dieron el alta. Agradecer a mis padres que se quedaron 3 días más con las dos mayores, así que la llegada a casa y los primeros días de Paloma transcurrieron con mucha tranquilidad. Siempre le podremos decir a Paloma que fue nuestra alegría en tiempos de COVID.

Preparados para el cambio
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